LA fiesta de mi cumpleaños número 21 empezó con carne asada y muchos amigos. Pasadas las 11 se abrió el tequila. El Plutis me sirvió un poco en un vaso de tal forma que el líquido a penas se veía. Me lo empiné...
De pronto estaba en mi habitación, sin saber mucho de nada. Un sonido al fondo que después reconocí como mi celular sonando, mi hermana a mi lado, la luz del día presente y ese sabor incómodo de quien ha pasado la noche vomitando... La mejor fiesta que he dado!
Nota: EL patio hecho un desmadre, la cantadera del karaoke a todo lo que daba, una señora dando escobazos por la pared del patio, gente saliendo a las 5 de la mañana de la casa, mi pastel mutilado sin mi permiso consciente, gente con quejas de vómito ajeno y dos historias de amor: una que empezaba y otra que terminaba, aunque solo por esos momentos.
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