Entonces tenía como 8 o 9 años. Fuimos a comprar unos hot dogs (porque en aquella época aun no eran rebautizados como dogos) y en ese lugar daban doble salchicha! Yo solía quitar la segunda para comérmela después de terminar el hot dog. Ese día también lo hice.
Mientras la engullía mi mamá me veía de una manera extraña, como de asco, hasta el punto en que empezó a decirme -Rocio... Es que eso... PArece...-, siendo interrumpida por la Verónica con un -No lo digas!- y terminando con mi madre de nuevo diciendo -Un... Pene quemado!-.
Debo confesar que a esa edad con trabajo sabía el significado de la palabra pene y nunca había visto uno! Y sí, la salchicha esa estaba medio quemadita y con mucho tocino. Pero, recapitulando muchísimos años después (y con la experiencia debida), sigo sin ver la similitud!
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